La industria minera de México es una de las actividades económicas más importantes del país, pues de acuerdo con el Gobierno Federal, representa el 4% del Producto Interno Bruto nacional (PIB).
México, al ser el principal productor a nivel mundial de plata y de los 10 principales de 16 minerales distintos, la minería se posiciona como una industria esencial, y una de las actividades que tuvo la responsabilidad de mantener operaciones en medio de la pandemia por COVID-19.
Ahora que estamos inmersos en la “nueva normalidad”, este negocio se convertirá en un jugador esencial para la reactivación de la economía nacional, pues la producción de materiales esenciales para la fabricación de hospitales, infraestructura, transporte y maquinaria para la agricultura y el ganado no se detienen ante el virus, y por lo tanto, tampoco nosotros.
En México, el sector genera más de 350 mil empleos directos y más de millón y medio de trabajos indirectos, cifra que seguramente continuará creciendo. Además, los salarios en este sector son, aproximadamente, 30% más altos que el promedio nacional, contribuyendo al bienestar y a la estabilidad económica de la población.
Otra de sus ventajas es que atrae proyectos a largo plazo y de altas inversiones por lo que su contribución a la economía del país es valiosa. Se trata de una industria con mucho potencial, pues el 70% de la tierra mexicana tiene alto potencial de contener depósitos de metales y minerales, de acuerdo con la Cámara Minera de México.
Más de 25 estados de la república, así como 212 municipios se han visto beneficiados e impactados por esta actividad, por lo que sin ninguna duda continuará levantando a México en los próximos años, mientras el mundo se recupera de la crisis sanitaria ocasionada por el coronavirus.